Campaña orientada a sensibilizar a la población sobre el elevado coste que supone para los Ayuntamientos paliar los destrozos ocasionados en bancos, papeleras, parques y jardines públicos, contenedores, marquesinas, paredes o farolas. Dado que está destinada principalmente al colectivo de jóvenes y adolescentes para sensibilizarlos en este tema, la campaña se plantea con un lenguaje más desenfadado y fresco, usando eslóganes con los que se quiere hablar con naturalidad en lugar de trasladar un mensaje políticamente correcto.
Difundiendo el mensaje “Si cuidas tu imagen y tu reputación…¿por qué no contribuyes a cuidar la de tu pueblo?”, trata de provocar una reacción en los jóvenes a través de emociones. Porque para que alguien aprenda a valorar las consecuencias que sus actos tienen en un tercero (en este caso, los recursos económicos públicos destinados a reparación) es importante que comprenda primero las consecuencias que va a propiciar en uno mismo.